Nuestros costes directos, son los sueldos del encargado y del administrativo (2,700 € al mes), se pueden atribuir fácilmente a la producción, es decir, están directamente relacionados con la producción y operación del negocio. También entran aquí los gastos de actividades (20 € por persona) y los materiales para eventos (50 € por evento), ya que estos costos cambian según la cantidad de personas o eventos. En cambio, los costes indirectos, como el alquiler, no se pueden asignar directamente a un producto o servicio. Conocer estos costos es clave para fijar precios que cubran todos los gastos y mantengan el negocio funcionando.

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Los costes directos, como el equipamiento y el marketing inicial, se pueden asignar directamente a un producto o servicio. En cambio, los costes indirectos, como el alquiler, servicios públicos, seguros y gastos administrativos, son necesarios para el funcionamiento general del negocio pero no se pueden atribuir a un solo producto. Por ejemplo, el alquiler de 800 € al mes y los 200 € de servicios públicos son costes indirectos porque son gastos generales, no específicos de un producto. El capital social y el préstamo son fuentes de financiación y no se consideran costes en sí.